En la actualidad existen una cantidad cada vez mayor de herramientas para monitorizar nuestros entrenamientos, lo que nos permite obtener un mayor rendimiento en términos de fuerza. En este artículo vamos a hablar sobre cinco herramientas imprescindibles si queremos llevar nuestro entrenamiento al siguiente nivel.

Herramientas para monitorizar nuestros entrenamientos

Existen muchas herramientas para monitorizar nuestros entrenamientos, en este artículo nos centraremos en cinco de ellas por su versatilidad y facilidad de uso.

Calculadora Repetición Máxima

No hay una manera más precisa de saber cual es el peso máximo que podemos levantar a una repetición que no sea realizando una repetición máxima. Sin embargo, cuando realizamos repeticiones máximas para monitorizar nuestros progresos también exponemos a nuestro cuerpo a un estrés elevado con el consecuente riesgo de sufrir una lesión.

La segunda mejor opción para calcular nuestro RM es utilizando una calculadora. Hay diferentes fórmulas para calcular nuestro RM, pero debemos tener en cuenta que ninguna es fiable al 100%. En nuestra web tienes a tu disposición nuestra calculadora de Repetición Máxima.

Tabla de Prilepin

Una vez que hemos obtenido nuestro RM estimado podemos realizar un programa de entrenamiento basado en nuestro RM utilizando la Tabla de Prilepin.

Como ya vimos en el artículo dedicado a la Tabla de Prilepin, esta tabla está enfocada al entrenamiento de Halterofilia, pero funciona también para entrenamiento de Powerlifting y de fuerza en general. De hecho, varios de los programas de Boris Sheiko están basados en esta tabla.

La Tabla de Prilepin no diferencia entre edades o experiencia, pero es una buena alternativa para empezar a comprender como se estructuran los programas de fuerza.

Conversor RPE a porcentaje

Otra alternativa para regular la intensidad y el volumen es implementando el Rango del Esfuerzo Percibido (RPE) para medir los niveles de esfuerzo realizados en un ejercicio.

En Powerlifting, el uso de RPE para auto regular el entrenamiento se ha popularizado gracias a Mike Tuchscherer. Se emplea una escala de 1-10, donde 10 sería una repetición que hemos realizado con un esfuerzo máximo y no podríamos realizar ninguna repetición más,ni añadir peso extra.

RPE 9 significaría que estamos cerca de un esfuerzo máximo, donde podríamos añadir entre 2 y 5 kilos extra, o realizar una repetición extra. Cuanto menor sea el valor del RPE se entiende que la exigencia del movimiento es menor.

Por lo tanto, mediante una combinación entre RPE, la Tabla de Prilepin y el uso convencional de entrenamiento por porcentajes podríamos obtener de una manera más exacta una medición de la intensidad, el esfuerzo y volumen de entrenamiento.

Grabar los entrenamientos

Para monitorizar nuestra técnica en cada ejercicio o identificar desequilibrios musculares, la mejor opción es grabarnos mientras realizamos un ejercicio. A veces progresar en la técnica que un ejercicio requiere va a ser más efectivo que añadir peso en la barra. Si nos grabamos desde distintos ángulos podemos obtener información de nuestras carencias de técnica en cada movimiento que realicemos.

La mejor opción para ver nuestras carencias en cuanto a técnica se refiere es grabarnos desde un lateral para poder analizar el recorrido que realiza la barra. De esta manera podemos comprobar si la barra realmente está cerca de nuestro cuerpo, o si la barra sigue el recorrido óptimo en sentadillas entre muchos otros detalles.

Otra opción para detectar carencias en nuestra técnica es grabarnos de frente. De esta manera podemos identificar si se realiza valgo cuando estamos haciendo sentadillas, o que la posición de la barra sea totalmente perpendicular respecto al suelo.

Con tu móvil o con una cámara deportiva podemos llevar a cabo esta labor tan sencilla.

Nuestro cerebro

Sin lugar a dudas la mejor herramienta para monitorizar nuestros entrenamientos es nuestro cerebro. Siempre tenemos que pensar de una manera crítica acerca de lo que leemos o escuchamos sobre el entrenamiento de fuerza. Como siempre debemos saber que lo que le funciona a una persona no tiene por qué funcionarle a otra.

Debemos de ser autocríticos y poner sobre la mesa las razones por las que un entrenamiento no nos está dando los resultados esperados, si lo estamos realizando correctamente, si descansamos lo suficiente o estamos nutriéndonos de forma correcta.

Si queremos mejorar estas son algunas de las cuestiones que debemos resolver para poder obtener los resultados deseados.

Artículo original: http://gcperformancetraining.com/gc-blog/5toolsforstrength

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