Existen una gran cantidad de mitos sobre nutrición que pueden llevar a generar una confusión y/o miedo en la población cuando la realidad es completamente falso. En este artículo puedes comprobar como muchos de los mitos sobre nutrición que habrás escuchado son falsos debido a estudios científicos que así lo demuestran.

8 mitos sobre nutrición

A continuación vamos a desmentir 8 mitos sobre nutrición que han sido altamente propagados. Hidratos, huevos, proteínas son algunos de los temas que siempre se nombran a la hora de demonizar algunas dietas o alimentos.

Los hidratos son perjudiciales en cualquier cantidad

Los hidratos de carbono han recibido una mala reputación a través de los medios de comunicación. Las críticas han sido especialmente duras con el pan, ya que también contiene gluten. En contraste con los informes que afirman que cualquier cantidad de gluten es universalmente peligrosa, la evidencia está más matizada. En pequeñas cantidades se producen síntomas en las personas con trastornos intestinales, pero en el resto los efectos no están completamente demostrados.

La relación entre los carbohidratos y la insulina es un filón para los mitos de la nutrición. La insulina fue una de las primeras hormonas por descubrir, y también fue la primera hormona en ser investigada en el contexto de la sensibilidad. Las primeras evidencias llevaron a la gente a creer que un aumento de la ingesta de hidratos de carbono provoca insensibilidad a la insulina. Esto es cierto para las personas diabéticas y resistentes a la insulina (por lo general los individuos obesos) que comen carbohidratos en exceso, pero el mito persiste incluso para las ingestas menores.

Los huevos (especialmente las yemas) son perjudiciales

Si hay una cosa que a los medios de comunicación se les dé especialmente bien, es convertir alimentos perfectamente seguros en algo peligroso.

Los huevos han sido demonizados porque sus yemas, además de llenas de nutrientes, también contienen altos niveles de colesterol. A pesar de que suena horrible, comer alimentos con alto contenido en colesterol no se traduce en un aumento del colesterol en la sangre.

Las investigaciones muestran que su asociación con las enfermedades cardiovasculares es otro de los mitos sobre nutrición.

La carne roja causa cáncer

Declaraciones rotundas como esta son el mejor amigo del mito en el campo de la nutrición. Es bastante difícil de afirmar que un producto específico produzca cáncer de una manera precisa. Después de todo, casi todo lo que comemos tiene el potencial de causar cáncer.

La evidencia actual sugiere que la carne roja puede plantear un riesgo de cáncer para las personas con una alimentación y estilo de vida deficiente. Si una persona que no fuma, realiza ejercicio de manera constante, y tiene una alimentación variada y saludable, el efecto de la carne roja sobre el cáncer no tiene por qué ser una preocupación.

Las grasas saturadas son malas

La manera tradicional de perder grasa en el pasado eran las dietas bajas en grasas. Pero al igual que comer colesterol no incrementa directamente los niveles de colesterol, comer grasa no va a hacer que ganemos grasa.

El mito de que las grasas saturadas producen enfermedades cardiovasculares no es cierto. La calidad de la comida es lo que importa. Hay una gran diferencia entre comer un filete de ternera o una hamburguesa de cualquier restaurante de comida rápida.

La sal hace que la presión arterial aumente y debe ser evitada

La mayoría de los mitos tienen su origen en un poco de verdad. Es cierto que las personas con hipertensión sensible a la sal deben evitar la sal, ya que aumenta su presión arterial.

Un estudio reciente, sin embargo, sugiere que no existe una asociación entre el consumo de sal y la hipertensión, una enfermedad caracterizada por la presión arterial anormalmente alta.

En su lugar, la evidencia sugiere que un peso corporal elevado, medido por el IMC, se asocia con presión arterial elevada.

El pan integral es mucho mejor que el pan blanco

El pan integral siempre ha sido considerado mejor que el pan blanco debido a su alto contenido en fibra y micronutrientes. Además, tiene un índice glucémico más bajo, así como el índice de insulina, lo que significa que la liberación de insulita será más baja después de una comida.

Todo esto es cierto, pero los medios de comunicación con frecuencia no mencionan que las diferencias reales entre el pan de trigo blanco y el integral son relativamente pequeñas. El «alto» contenido de fibra en el pan integral no es tan alto en comparación con frutas y verduras. A pesar de que muchos micronutrientes se eliminan durante el procesamiento de pan blanco, muchos panes son posteriormente enriquecidos con nutrientes adicionales. Como podemos ver, se trata de otro de los mitos sobre nutrición.

El exceso de proteínas puede causar daño en los huesos y los riñones

A menudo se culpa de varios problemas de salud a los hidratos de carbono y a las grasas. Las proteínas no iban a ser menos. Han sido acusadas en múltiples ocasiones de perjudicar a los huesos y los riñones.

Vamos a abordar estas afirmaciones una por una. Un primer estudio sobre la proteína detectó que el consumo de proteínas fue vinculado a un aumento de calcio en la orina, que se cree que conducen a una masa ósea reducida con el tiempo. Estudios posteriores determinaron que el calcio urinario fue una medida pobre de la masa ósea, y que la proteína en realidad tenía un efecto protector o ningún efecto sobre el hueso.

Otro de los primeros estudios determinó que las dietas altas en proteínas aumentan la tasa de filtración glomerular (TFG), un marcador para la filtración de residuos en los riñones. Algunos llegaron a la conclusión de que el aumento de la TFG fue una señal de que el aumento de la proteína añade demasiada tensión en los riñones. Una investigación posterior sin embargo, ha demostrado que el daño renal no se produce como resultado de una dieta alta en proteínas.

En el siguiente artículo puedes ver cual es la cantidad de proteina diaria recomendada.

Las vitaminas de los alimentos son mejores que las vitaminas suplementadas

¿Con qué frecuencia oímos la afirmación de que los alimentos son mejores que los suplementos? Se ha repetido tantas veces que la palabra «natural» tiene una connotación positiva, y «sintético» o «química» tienen una negativa. En la práctica todo esto no es tan sencillo.

Por ejemplo, suplementos de vitamina K tienen una biodisponibilidad mucho mejor que su equivalente basada en plantas, debido a la vitamina K de la planta está fuertemente unida a las membranas. Muchos suplementos tienen una forma natural y sintética. Esto permite que sean accesibles a muchas personas. Por ejemplo, si la vitamina B12 no se pudiera sintetizar, sería muy cara y una opción difícil para muchos veganos, que necesitan una fuente consistente de vitamina B12 debido a su dieta.

Si te interesa el tema, puedes ver cuáles son los mejores suplementos para Powerlifting.

Fuente: http://examine.com/blog/10-awful-myths-perpetuated-by-the-media/

Esta entrada tiene 3 comentarios

  1. Miguel Segovia

    Está muy bien el artículo, profundizar un poco más no vendría mal, pero como es un artículo y no un libro es aceptable.

    Lo de la grasa saturada y el colesterol es cierto que no son tan malos y que incluso favorecen a que se produzca un aumento de testosterona.

    El último punto de las vitaminas existen matices, es cierto que al aislar por ejemplo la vitamina C de un pimiento y nos la tomemos puede no ser tan beneficiosa como el pimiento entero con sus fitonutrientes y flavonoides (capsicina, etc…) pero claro una pastilla de vitamina c (500mg) tiene más cantidad que el pimiento, es la paradoja.

    1. R. Crespo

      Muchas gracias Miguel, muy interesante tu punto de vista!
      En futuros artículos profundizaré más en cada aspecto, un saludo!

  2. Miguel

    Concuerdo en la mayor parte del artículo pero no en la sección «Las vitaminas de los alimentos son mejores que las vitaminas suplementadas». Mas que no concordar es querer matizar. Como bien dice Miguel Segovia con el ejemplo del pimiento la clave no se encuentra en una vitamina determinada sino en lo que ese alimento completo aporta, cosa que un suplemento determinado no suele hacer. Además que es mucho más sostenible una alimentación rica que basar nuestra alimentación en suplementos vitamínios SIEMPRE Y CUANDO no sean necesarios.

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