En el momento de planificar y organizar un programa de entrenamiento, es importante determinar de acuerdo al estado momentáneo del atleta, si requiere un tipo específico de entrenamiento con pesas. Para ello es útil conocer y determinar el llamado déficit de fuerza.

De acuerdo a este concepto se puede saber si el atleta necesita énfasis o bien en el desarrollo de la hipertrofia funcional o de mayor énfasis en entrenamiento neural o miofibrilar.

El déficit de fuerza, representa una carencia de la coordinación intramuscular. Para poder conocer este déficit de fuerza es importante hallar la diferencia entre la fuerza absoluta (la máxima capacidad de producción de fuerza de manera involuntaria) y la fuerza limite o máxima (la capacidad de producir esfuerzos voluntarios máximos ante una resistencia elevada en una determinada acción).

Fuerza absoluta – fuerza límite = Déficit de fuerza

Según Manfred Letzelter, en su libro «Introducción a la ciencia del entrenamiento» afirma:

…si existe una debilidad en el rendimiento de la fuerza máxima en un deportista, es necesario averiguar si los déficits se originan en la parte muscular (hipertrofia) debido a una masa muscular insuficiente o si existen problemas en la parte neural en la activación máxima de la musculatura afectada en el movimiento.

Para ello, en la determinación del déficit de fuerza sirve de ayuda la comparación entre la acción muscular excéntrica supra máxima y la concéntrica máxima.

Si el déficit de fuerza está claramente por encima de un 20%, entonces resulta prácticamente seguro que la causa de la insuficiente fuerza máxima es la existencia de una activación neuronal defectuosa.

En este caso se debería enfocar el entrenamiento de fuerza máxima en la eliminación de esta insuficiencia. Si el déficit de fuerza es pequeño, el entrenamiento debería concentrarse en el aumento de la sección transversal muscular, y solo después en la mejora de la activación neuronal.

Verkhoshansky, en su libro «Súper Entrenamiento» afirma al comentar:

…si el déficit de fuerza es grande para un determinado grupo muscular, podrá producirse un incremento de la fuerza rápida por una estimulación neuromuscular máxima o cercana a ella (por ejemplo con métodos de Halterofilia o pliométricos). Si el déficit de fuerza es pequeño, la hipertrofia debe ser inducida por una métodos de carga submáxima, como los utilizados frecuentemente en culturismo, seguidos por esfuerzos máximos con grandes cargas.

Sin embargo, es importante controlar regularmente cualquier cambio de la fuerza relativa para averiguar si la hipertrofia resultante es simplemente un añadido de masa de tejido improductivo que no conlleva un incremento proporcional de la fuerza funcional.

Christian Thibaudeau, en su «Libro Negro de los Secretos de Entrenamiento«, indica que:

…evaluar la eficacia del sistema nervioso es difícil porque resulta imposible para un entrenador cuantificar la conducción nerviosa real a los músculos. Sin embargo también afirma que se puede estimar la eficacia del sistema nervioso indirectamente utilizando el déficit de fuerza.

Ya se ha explicado que el déficit de fuerza es la diferencia entre el potencial de producción de fuerza de sus músculos y la verdadera fuerza máxima que producen. Si bien un déficit grande de fuerza significa que no vamos a utilizar la mayor parte del potencial de nuestros músculos.

Esto indica que nuestro sistema nervioso no tiene la capacidad de reclutar gran cantidad de unidades motoras, por lo tanto seremos menos eficaces. Así mismo, un pequeño déficit de fuerza significa que podemos utilizar una gran proporción del potencial de nuestros músculos, por lo que nuestro sistema nervioso es más eficaz.

Christian Thibaudeau, nos facilita la tarea y en una tabla presenta una posible manera de evaluar el propio déficit de fuerza. Como primera medida, debemos saber nuestro 1RM en sentadilla y press banca. También evaluaremos nuestra constitución y altura. Dividiremos nuestro 1RM de sentadilla y press banca entre el peso corporal y comprobaremos el resultado.

Tabla déficit de fuerza

  • Ectomorfo: huesos pequeños, delgado, baja masa muscular (palabra clave: hueso)
  • Endomorfo: huesos grandes, excesiva grasa, moderada a gran masa muscular (palabra clave: grasa.
  • Mesomorfo: gran masa muscular, baja a moderada grasa, huesos grandes (palabra clave: músculos)

Es importante resaltar que aparte del déficit de fuerza, existen otras variables importantes a tener en cuenta más allá de la eficacia del sistema nervioso, las cuales juegan un papel determinante, como son la técnica deportiva, una correcta recuperación, la experiencia motriz, factores ambientales y nutricionales entre otros.

Fuente: http://powercolombia.blogspot.com.es/2012/05/v-behaviorurldefaultvmlo_30.html#more

Esta entrada tiene un comentario

  1. Omar celin

    Muchas gracias por ayudarnos a mejorar

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